miércoles, 4 de junio de 2014

Guión completo monólogo para mujer

Este guión completo monólogo para mujer es un texto de Marcelo Romero Hernández, dramaturgo y director del Grupo Teatral Bojiganga. Con este texto comienza su colaboración a este espacio virtual.

Este monólogo tiene un tema fuerte, pero es muy adecuado para presentar en una preparatoria.






Guión completo monólogo para mujer


“ADIÓS, MI DULCE LUNA”



Marcelo Romero Hernández



“Adiós, mi dulce luna”, de Marcelo Romero Hernández, se estrenó el día 27 de 

marzo de 2011, Día Internacional del Teatro, en el Centro Cultural Ex Convento el 

Carmen de la ciudad de Atlixco, Puebla por el Grupo Teatral “Bojiganga”, con los 

siguientes créditos

LUNA/ Nizhdhali Rodríguez Barrera

Musicalización/ Alejandro García Pérez

Dirección Escénica/ Miguel Ángel Marín Anzures

Diseño Gráfico/ Jordan Rangel Rojas

Agradecemos a Raymundo Huerta Cirilo y a Irma Amador, por el apoyo en la 

realización de este evento. El asesoramiento escénico corrió a cargo del autor


PERSONAJE:

LUNA: joven de 21 años, delgada.

ESCENOGRAFÍA: Cuarto de una joven, una cama, al lado de ésta un buró con 

una lámpara; un ropero o armario, un porta-retratos sobre un pequeño escritorio 

con una silla, un tocador; una grabadora, un teléfono y un librero lleno peluches, 

retratos, figuras, documentos, libros y artículos de aseo personal. Posters de 

cantantes femeninas.

ÉPOCA: Actual

GÉNERO: Monólogo

Al abrirse el telón vemos el cuarto de Luna perfectamente ordenado. Entra 

Luna, camina de un lado a otro de la habitación como queriendo hacer algo, al 

no conseguirlo se sienta en enfrente del escritorio, toma papel y tinta. Escribe. 

Adiós, mi dulce sol

Después de unas pocas líneas lee lo escrito.

LUNA: Hola, mi amadísimo e infame sol, después de todo este tiempo en que te fui 

fiel, ahora me deshago de ti, esto ha llegado a su fin. (Para de escribir. Observa un 

cuadro que está sobre su escritorio, lo toma) Ya no quiero que me busques y 

mucho menos quiero que me sigas; ya me harté de que me hagas como se te de la 

gana, no soy una muñeca de trapo que puedas utilizar a tu antojo. (Pausa) Toda la 

culpa es suya: las peleas, los golpes, los gritos, los celos… sus estúpidos celos 

que decía que yo a propósito causaba al saludar a mis amigos, al salir con ellos, al 

ir a fiestas en las cuales, le decía que no estaría a gusto. (Pausa) Que más da, ya 

me harté de eso, de eso y de mil cosas más… (reflexiona, al cuadro); te amo 

demasiado, mi sol, pero el amor no lo es todo, para que una relación exista no sólo 

tiene que haber amor, aunque es lo principal, deben existir otras cosas que por 

desgracia en la nuestra nunca existieron, pero ya no hay forma de remediarlo, pues 

dudo mucho que yo quiera darle otra oportunidad, ya tomé mi decisión, nunca más 

estará en mi ser; si crees que voy a sufrir por tu partida…, tienes razón, estoy 

sufriendo, desgarrándome por dentro, quemándome, asfixiándome por ya no 

tenerte… (Pausa) Voy a sacarte de mi vida, voy a desterrarte de mi cuerpo, sí, lo 

haré, lo haré con cada lágrima, con cada risa, con cada suspiro, iré sacándote 

poco a poco de mi ser, de mi vida, de mi alma, de mi corazón hasta que no quede 

nada de ti, nada, ¡nada!... (Pausa. Reflexiona) Posiblemente no le encuentres 

sentido a lo que te estoy diciendo, no pretendo que lo entiendas, por desgracia 

esto así fue, sólo espero que en tu próxima relación exista lo que en la nuestra no 

existió. Ya has sufrido demasiado con una mujer como yo y con tus relaciones 

pasadas como para que sigas sufriendo, no te lo mereces, (irónica) pero así es la 

vida de cruel con todos: nos hace malas jugadas, hace que nos tropecemos a cada 

instante y por desgracia ocasiona que nos enamoremos de las personas menos 

correctas, como me sucedió en esta ocasión contigo, nunca fui la persona ideal 

para ti, perdóname por todo y por no tener paciencia como tú me la pedías, 

perdóname por nunca darte lo que tú tanto deseabas… lo que me pedías con tanta 

insistencia, desgraciadamente ese fue mi error más grande… pero ya está todo 

hecho y no se puede cambiar, espero que me puedas perdonar algún día. (Luna 

camina un poco por la habitación, se sienta en la cama, toma un muñeco de 

Adiós, mi dulce sol

peluche, lo contempla y acto seguido lo abraza, se recuesta, se queda en silencio 

un momento. Se levanta, camina al armario, de él saca una pequeña caja llena de 

cartas, fotos y recuerdos de relaciones pasadas, las observa amorosamente. 

Sonríe) Muchas personas han pasado por mi vida que podría yo mencionar, que 

fueron parte agradable de ella, casi todas fueron muy bellas, la segunda por 

ejemplo: ahí fue cuando probé la miel de un beso al ser guiado, besos de amor, 

llenos de cariño y de ternura, lo peor fue que se alejó de mi lado, muy lejos se fue, 

sin despedirse, y después tuvo la desfachatez de cortarme por teléfono diciéndome 

que me olvidara de todo, que cada quien hiciera su vida. (Ríe) Quedé tan dolida 

después de eso que mis siguientes dos o tres relaciones fueron simples aventuras, 

ni siquiera me importó mi reputación, la vida se encargó de todo, creí que nunca 

volvería a tomar en serio a nadie, ya no podía confiar… (saca una foto de la caja) 

pero llegó una persona muy especial, la cual con su cariño, sinceridad, honestidad 

y amor, logró borrar los besos que habían dejado en mis labios amargura y que 

marchitaron mi alma por bastante tiempo. (Mira la fotografía) ¿Recuerdas? Cuando 

te conocí… eras… difícil pero muy en el fondo existía un alma tan dulce y 

maravillosa que poco a poco fui descubriendo (con melancolía) no fue sino que 

hasta que no teniendo el valor suficiente, me cortaste, asegurando con palabras 

hirientes que ya no sentía nada por mí. (Vuelve a guardar la fotografía en la caja 

precipitadamente) Hay algo que si puedo asegurar al mundo, algo de lo que estoy 

muy orgullosa: en ninguno de éstos pasados capítulos de mi existencia tuve 

intimidad con nadie, y no es porque no haya habido la oportunidad o porque no le 

gustara a nadie, mi cuerpo es bello y bien formado, pero considero que la relación 

de pareja no solamente es el sexo sino que está basada en confianza, sinceridad, 

respeto, fidelidad y muchas cosas más y que muy pocos conocemos. (Transición) 

Durante todo este tiempo me refugié en mis estudios, en salir con mis amigas, en 

el ballet, en el teatro… para poder ocultar mi amargura. Al poco tiempo, tuvo sus 

frutos, recibía muchas invitaciones para salir de gente muy simpática… ahora 

recuerdo que en un ensayo conocí a alguien, sentí que era la persona que llegaría 

a ocupar en mi corazón, el espacio que aún seguía vacío. Teníamos tanto en 

común: nuestro gusto por las artes, por la naturaleza y sobre todo por la fidelidad. 

Poco a poco me adentré en su corazón, vi que apenas se estaba moviendo en 

estos terrenos del amor; pero fui una estúpida, no supe manejar mis sentimientos y 

mucho menos expresárselos cara a cara… Me dijo un día que había hablado con 

Adiós, mi dulce sol

sus padres de mí, de mis intenciones, de mi forma de ser, quería que me 

conocieran, pero apenas se enteraron de la verdad, se horrorizaron, no podían 

creer que yo fuera su novia, no podían soportar la idea de verme, de imaginarme a 

su lado. Dejé que se fuera a ser feliz y claro, perdí su amistad. (Abre una pequeña 

caja de música, su estribillo se escucha por instantes en toda la escena luego la 

cierra. Camina un poco. Regresa al escritorio, vuelve a escribir) Éstas pueden ser 

las últimas palabras, mi dulce sol, me despido de ti para siempre para ya no 

lastimarte más de lo que te he lastimado, y espero que me perdones si es que en 

realidad me amas, como tú lo has dicho: el amor lo perdona todo; y recuerda que 

me voy de ti, amándote como nunca antes amé a una persona, y por lo mismo, 

será mejor que ya no nos veamos nunca más; no te deseo lastimar, (pausa, 

observa el cuadro) mi madre me dijo una vez que nadie se merece un cruel, 

déspota y frío trato. Te perdono por todo lo que me has hecho, te deseo lo mejor 

en la vida pues te lo mereces, espero que puedas encontrar a una persona que te 

ame igual o más que yo; (vuelve a escribir) te prometo nuevamente que te olvidaré; 

tengo sentimientos y emociones, río, lloro, sufro, amo, y de eso te aprovechaste… 

no dejaré que nadie nunca más lo haga. Fue un gran gusto el poder conocerte, el 

haber sido tu amiga y tu novia, créeme que nunca me arrepentiré de eso, pues has 

sido lo mejor que me ha pasado en toda mi estúpida vida… gracias por todo. 

Lucía… te amo, te amo con todas mis fuerzas. Te amo, Mariana. Gracias, mi dulce 

sol. Gracias, Mariana. Gracias, mi Mary… (como una sentencia) Te amó…: Luna.

Termina de escribir la carta, luego toma la fotografía que está en el escritorio, y las 

mete en un sobre blanco, lo guarda en la caja y la vuelve a colocar en su lugar. 

Luna camina hacia su cama, se recuesta y abraza a su muñeco de peluche, solloza 

mientras cae lentamente el…

TELÓN


Licencia de Creative Commons
Adios, mi dulce sol by Marcelo Romero Hernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional License.

Si quieres presentar este monólogo corto para hombre con fines comerciales, te pido te pongas en contacto con el autor para que te de los permisos y las condiciones de representación correspondientes.

Puedes contactar con él a través de su página de Facebook  o a través de su correo.

Si este texto te gustó puedes:
1.- Compartir en tus redes sociales
2.- Dejar tus comentarios

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Obra de teatro para siete personajes

Esta obra de teatro para siete personajes se desarrolla en una funeraria. Es una obra sarcástica y fársica que critica la violencia desatada...